¿Y la web pa cuándo?
Respondemos rápido: la web, para ya. Y ahora, vamos a darte unos cuantos motivos por los que, si quieres ser alguien en el mundo digital, lo primero primerísimo en lo que deberías hacer es un buen sitio web para tu marca -traducción para no iniciados: contratar a alguien que te haga un buen sitio web para tu marca-.
Una página web es como tu casa
Imagina que invitas a tus amigos a una fiesta en tu casa: compras todo lo necesario y anuncias a bombo y platillo la celebración -invitaciones físicas, evento en Facebook, grupo en Whatsapp…-, pero… espera, ¡si tu no tienes casa!
O peor: tienes casa, pero es un completo desastre. No solo está sucia y mal decorada, sino que casi no hay sillas para tus invitados, la cisterna no funciona y te han cortado la luz.
O peor todavía: tienes una casa maravillosa y totalmente preparada para recibir visitas, pero nadie sabe cómo llegar a ella porque el camino no está bien indicado.
En ninguno de los tres casos tiene sentido invertir tiempo y dinero en organizar ninguna fiesta, ¿verdad? Pues ocurre exactamente lo mismo con tu web y tus vanos esfuerzos por promocionar tu negocio a través de las diferentes herramientas que te ofrece internet. Pero no te preocupes, para eso estamos las de Sábado Comunicación Digital.
¿Qué necesita tu web para ser una buena web?
A continuación, te damos unas pinceladas sobre los básicos que debe tener una buena web:
Dominio web
Lo primero es lo primero. Tu dirección web no solo debe tener relación con el nombre de tu marca, sino que además tiene que ser legible, recordable y fácil de deletrear. Intenta que sea corta -entre 10 y 11 caracteres- y no usar conjuntos de palabras en los que se repita una letra para evitar confusiones –www.malagaldia.es, uf…-. Si ya estás pensando en SEO desde el principio, intenta incluir en el nombre una de tus keywords.
Busca un buen hosting
Aquí la decisión va a depender mucho de lo que quieras hacer con tu web. Por ejemplo, la página web de un fontanero que simplemente quiere anunciar sus servicios para ser encontrado en la web -en caso de ser buscado- no va a necesitar lo mismo que una tienda online de repuestos de fontanería.
Para proyectos web más serios, necesitarás un buen hosting, y este requiere de buenos servidores, buenas líneas de comunicaciones y, además, de un soporte técnico profesional con capacidad de responder ante cualquier incidencia.
Nuestra recomendación general es que huyas de las superofertas que encontrarás por internet. Nuestra recomendación concreta es que confíes en el consejo de tu desarrollador web, que para eso está.
Estructúrate: Back-End / Front-End
¿Mande? Tranquilo, no queremos volverte loco con tecnicismos. Simplemente queremos que te familiarices con la idea de que una página web, igual que una casa, responde a un proyecto de arquitectura.
Una vez decidida la estructura de contenidos, el desarrollador web se ocupa de diseñar y montar el Back-End, término que hace referencia a la estructura de elementos que hacen que una página web funcione correctamente y que el común de los mortales ni vemos ni entendemos.
Por su parte, el Front-End es un término que hace referencia a toda la parte visual de una web: estilos, colores, fondos, tamaños, etc. El diseñador gráfico creará toda la parte estética y el programador la convertirá en una realidad.
Diseño, diseño y diseño
Entramos en el subjetivo y farragoso terreno del gusto estético. Para gustos colores. Ahora bien, hay unos must de diseño gráfico que debe cumplir tu página web -independientemente de que a unos les parezca bonita y, a otros, fea-:
- Debe ir en consonancia con la identidad corporativa de tu marca.
- Debe ser lo más limpia y sencilla posible, para que los usuarios ni se cansen ni se pierdan.
- Debe ser responsive. El diseño web responsive es el culpable de que tu web se vea perfectamente en cualquier dispositivo, así que no te olvides de contar con él.
Contenidos web: optimizados para SEO y siempre actualizados
Vale, ya tienes la web montada, solo falta que cambies todos los textos “Lorem Ipsum” por contenidos reales, redactados bajo las directrices de SEO -las que harán que los usuarios encuentren tu página-; y todas las imágenes con marca de agua por otras que tengan sentido -y de las que tengas los derechos-.
Pero ahí no acaba la cosa. Si quieres que tu web siga viva -y tanto Google como los usuarios la encuentren-, tienes que seguir alimentándola. La dieta básica de la web consiste en información actualizada, nuevos textos optimizados para SEO -blog- y fuentes externas que apunten a ella -como redes sociales, publicidad en Adwords, enlaces en sitios externos, etc.-.
Hasta aquí, lo básico. En próximos episodios, te contamos qué necesita tu web si quieres hacer publicidad en Google Adwords (que no es moco de pavo).