No me vengas con historias

Puntos suspensivos dorados

Cremas, modelazos, toalla, flotador de flamenco, cargadores… y ya no me cabe nada más en la maleta. Bueno sí, la lectura recomendada que hoy te traemos en el blog de Sábado.

Un poquito de historia por si te mola el mundillo de la publicidad o simplemente quieres quedar níquel en las conversaciones festivas (saber de publicidad siempre es de flipado moderno y guay). Vamos al lío. 

¿Crees que la publicidad la inventó Coca-Cola? Nanai.

Nosotras, que somos chicas estudiadas, podemos decir que apareció mucho antes, por el 3000 antes de Cristo. Y, para muestra, más que un botón, el Papiro de Shem que hoy podemos verlo en el Museo Británico de Londres.

Papiro de Shem

Con su titular, cierre y llamada a la acción. Y regalando oro. Ellos sí que sabían, no como ahora que nos conforman con la tapa rancia de regalo. En fin, sigamos.

En la antigua Mesopotamia se encontraron tablillas de barro con escritura cuneiforme y mensajes comerciales.

Pero no te lo pierdas, en el 480 antes de Cristo, en la antigua Grecia, aparecen los primeros “hombres anuncio” (apunte: hay que recuperar la figura del hombre anuncio) que cantaban las noticias más importantes y anunciaban productos a viva voz.

De aquí pasamos a la invención de la imprenta, pero esto nos lo saltamos porque seguro que lo sabes de libro y sacaste un diez en el colegio.   

Nos vamos a 1776 y, cómo no, a la política, justo a los inicios de la Revolución Americana, donde los anuncios políticos arrasaron (parece que eso no ha cambiado mucho).                    

Y vaya publicidad la de las vallas publicitarias que inundaron USA con la aparición de los combustibles para automóviles.                   

Por esas fechas, como ya se veía que el mundo de la publi movía pasta, aparecen los primeros publicistas, o más bien ejecutivos de cuentas, que en ese momento se llamaban agentes de publicidad. El primero del que tenemos constancia fue Volney B. Palmer.

Y tiene tomate que la primera señal luminosa en Times Square apareciese en 1882.

 Primer anuncio luminoso en Times Square

En 1917 es fundada la Asociación Americana de Agencias de Publicidad. ¡Oh! Dios los cría… O cría cuervos…

¿Conoces CONTROL? El organismo que vela por una publicidad responsable (seguro que has visto el anuncio). Algo parecido ocurrió en 1938, año en el que es declarada ilegal la publicidad engañosa. Punto y mini punto para nuestro sector.

En 1939 se distribuye mucha publicidad de la Segunda Guerra Mundial.

 Y… ¡tatachán! En 1941 se transmite el primer comercial de televisión.

Es en 1963 cuando el querido David Ogilvy marca el comienzo de la era moderna sentenciando: «el consumidor no es un idiota, es como tu esposa». Y seguro que recordarás ese anuncio de Calvin Klein que decía: «¿Quieres saber lo que hay entre mi Calvin y yo?, Nada». Jojojo.

En 1984, Apple marca un precedente en la Super Bowl con el anuncio de televisión más caro de la historia hasta el momento. Y aquí metemos la cuña española para recordar que, años más tarde, Grupo Cosentino, se convierte en la primera empresa española que se anuncia en este evento publicitario.

Y de aquí pasamos a 1997, momento en el que aparece el primer anuncio en móviles y los anuncios en línea

Ahora un dato que le chifla a Irene: en el año 2000 llega Google AdWords, plataforma de Google para gestionar las campañas de anuncios. Toma del frasco.

También por esta época encontramos la campaña publicitaria más cara. Es de Pepsi (Pesi, como diría Torres), un spot de 90 segundos de Britney Spears que costó 7,53 millones de dólares.

En el 2006 llega al mundo el pequeño Twitter y vuelve la comunicación rápida, gratuita y almohadilleada.

En 2007 aparece Facebook (nada que añadir).

Y en 2016 Instagram alcanza 1.500 millones de dólares en ingresos en publicidad. Ahí es nada.

En 2017 se produce un acontecimiento extremadamente importante: nace Sábado, la mejor agencia de comunicación digital del mundo.

Y en 2019, en una pequeña oficina situada en Calle Morería 7, se termina la entrada de blog que se convertirá en la más importante de la historia de la publicidad.