La importancia de medir. Pero, ¿qué?
(Capítulo I: análisis web)

Puntos suspensivos dorados

Sabemos que tienes claro que el marketing digital tiene una ventaja descomunal frente a la comunicación que llamamos tradicional: su capacidad para medir los resultados de forma precisa y fiable.
Pero también sabemos que a veces tantos porcentajes y gráficos pueden llegar a provocarte un pequeño infarto cerebral. Por eso, vamos a dedicar algunas entradas de nuestro blog a hacer un repaso por las métricas que necesitas para petarlo online.
Y comenzamos con las métricas fundamentales que estudiar en tu página web y qué utilidad tiene cada una. Vamos allá.

Porcentaje de usuarios únicos

Esta métrica nos indica el porcentaje de usuarios que acceden por primera vez a la web.
➜ Útil para: medir el crecimiento de la marca, ya que nos muestra cuánta gente va descubriendo la web.

Tasa de retención

Mide la cantidad de usuarios que vuelven a visitar la web.
➜ Útil para: conocer el nivel de compromiso y la lealtad a nuestra marca y también para comprobar si nuestros contenidos son de interés. Si vuelven, es porque lo estamos haciendo bien.

Tasa de rebote

Es el porcentaje de usuarios que llegan a nuestra web y no navegan por ella.
➜ Útil para: comprobar si nuestra web es clara, la navegación es fácil y el diseño y el contenidos son atractivos. Si nuestra web es un amasijo de enlaces incomprensibles, las fotografías son de mala calidad o el diseño es un horror, los usuarios huirán despavoridos y la tasa de rebote será muy alta.

Promedio de tiempo en la página y páginas por sesión

Dos datos vitales para entender la experiencia del usuario en la web. Si pasa mucho tiempo y visita varias página en cada visita podemos concluir que estamos dando calidad de la buena.
➜ Útil para: examinar si nuestros contenidos son valiosos y relevantes. Si tus ratios son bajos, tendrás que currártelo un poco más.

Tráfico directo vs tráfico orgánico

El tráfico directo hace referencia a los usuarios que han escrito directamente el dominio en internet; mientras que el tráfico orgánico alude a los que han llegado a través del buscador.
➜ Útil para: determinar cómo de conocida y recurrente es nuestra web. Si el tráfico directo es alto, podemos descorchar el champán porque significa que para muchos de nuestros usuarios es habitual visitarnos. Incluso puede que nos tengan guardados entre sus favoritos. Pero si el tráfico orgánico es alto también mola, ya que esto nos indica que nuestro posicionamiento es muy bueno.

Ratio de conversión

Esta métrica nos dirá qué porcentaje de nuestros usuarios han terminado efectuando una conversión. ¿Y qué es una conversión? Que no cunda el pánico. Una conversión se produce cuando un usuario realice una acción de valor para nosotros en la web. Por ejemplo, descargar un archivo, suscribirse a la lista de correo o comprar un producto.
➜ Útil para: está clarísimo, ¿no? Gracias a este índice sabremos si nuestros objetivos se están cumpliendo, sobretodo cuando tenemos una tienda online.

Tasa de abandono del carrito

Otra métrica fundamental para cualquier negocio online. Este porcentaje nos muestra cuántos de nuestros usuarios añadieron productos a su carrito pero no llegaron a completar la compra. Pero no te agobies, es una práctica más que habitual en los comercios online.
➜ Útil para: detectar oportunidades de venta. Un usuario que ha decidido marcharse sin comprar no es una pérdida, sino un síntoma de que está interesado en nuestro producto. Es la ocasión perfecta para enviarle una oferta personalizada o incluirlo en nuestra campaña de remarketing.

Canales de tráfico

Aquí encontramos todo un conjunto de métricas que nos revelan de dónde provienen nuestras visitas. Ya hemos visto que pueden venir del tráfico directo o de buscadores pero también podemos rastrear si tienen su origen en otras webs (tráfico de referencia), de redes sociales o de campañas publicitarias.
➜ Útil para: medir la eficacia de nuestros esfuerzos, sobre todo cuando hemos realizado inversiones en Google Adwords o promociones en redes sociales.