Internet también se lee – Especial #DíadelLibro

Puntos suspensivos dorados

Si aún no sabes qué regalar el próximo Día del Libro, desde Sábado te proponemos 3 lecturas perfectas para entender -desde distintos enfoques- la comunicación en redes sociales y, a la vez, el mundo que nos rodea.

Yo también la lié parda en internet

Yo también la lié parda en internet

Manuel Moreno Molina – Alienta Editorial

Yo también la lié parda en internet deja a un lado aquellos casos de éxito en las redes sociales de los que siempre nos hablan los gurús del marketing, para hacer una genial recopilación de greatest hits de deslices en internet.

Famosos que publican sus teléfonos en sus perfiles sociales, concursos que se van de las manos, comentarios fuera de lugar… Entre otros ejemplos, Manuel Moreno nos recuerda cuando la Agencia EFE llamó “mariquita” a Rajoy en Twitter por error o cuando Bisbal rompió una lanza por el turismo en Egipto con su “Nunca se han visto las pirámides de Egipto tan poco transitadas, ojalá que pronto se acabe la revuelta”.

De los errores se aprende, o, al menos, se ríe uno.

Memecracia

Memecracia: los virales que nos gobiernan

Delia Rodríguez – Gestión 2000

Si quieres comprender -de verdad- el fenómeno meme, no puedes dejar de leer Memecracia: los virales que nos gobiernan.

Tras más de una década escribiendo sobre redes sociales, internet y trending topics, la periodista Delia Rodríguez, acabó realizando una “investigación obsesiva” que dió forma a este libro imprescindible para explicar el origen, el funcionamiento y el calado social de los memes.

A lo largo de la lectura, encontrarás respuesta a una pregunta que nos corroe por dentro: ¿por qué no podemos dejar de consumir y compartir memes?

Arden las redes

Arden las redes

Juan Soto Ivars. Editorial Debate.

Nos ponemos un poco más serias para hacer nuestra última recomendación literaria.

En Arden las redes, el periodista Juan Soto Ivars, nos presenta la transformación del uso de la libertad de expresión en las redes sociales que ha derivado, según el autor, a un nuevo tipo de censura.

Y es que en los albores de las redes sociales, estas se presentaban como abanderadas de la libertad de expresión, pero pronto se convirtieron en el continente perfecto para que millones de usuarios vertieran sus opiniones negativas -y, en muchos casos, indiscriminadas-en busca de reconocimiento dando pie al fenómeno conocido como “poscensura”.