El salmorejo de Rosalía o de qué va esto de los memes
Tal vez no lo sepáis, pero preparar un salmorejo y conseguir que un meme se haga viral son dos procesos bastante parecidos. Si no os lo creéis, no os perdáis este artículo. Te explicamos todo lo que necesitas saber acerca de los memes (y todo lo que nunca podrás llegar a entender de este engendro de la comunicación digital).
¿Qué es un meme?
Empecemos por los básicos: un meme es, básicamente, un concepto expresado mediante cualquier formato multimedia (imagen, texto, audio, vídeo, gif animado…) que se propaga a través de internet de forma masiva.
Los memes suelen ser de carácter cómico y tener relación con la actualidad (ya sea con la “real” o la generada en las redes sociales). Y ahí, y no en otro aspecto, reside su potencial viralidad. Los usuarios, que a fin de cuentas no son otra cosa sino personas humanas pensantes y opinantes; viven deseosos de manifestar sus intereses e ideas de forma clara y, a ser posible, aguda.
En definitiva, compartir un meme es una suerte de apropiacionismo intelectual, una forma actualísima de expandir el conocimiento y las opiniones a la vez que se genera un sentimiento de pertenencia a una comunidad.
Todo esto puede sonar muy pedante si tenemos en mente cualquiera de las cien mil versiones del negro de Whatsapp; pero en Sábado, si nos ponemos, podemos hacer aburrido cualquier tema.
¿Cómo conseguir que un meme se haga viral?
Por suerte, en esta nuestra humilde agencia también tenemos el don y la suerte de hacer cosas divertidas de vez en cuando. En efecto, hablamos del que hasta la fecha es nuestro único éxito viral y que motiva este artículo: la video-receta de salmorejo en colaboración con (La) Rosalía.
Para el que todavía no lo haya visto, os lo dejamos aquí:
Este pego de vídeo (tontería, para los que no habléis cordobés), consiguió en su primer día en Facebook e Instagram alrededor de 60.000 visualizaciones. Algo inaudito para nosotras. Y aún más inauditas las más de 160.000 que ha cosechado en una semana entre las dos redes. Y, para inaudito, el subidón que sentimos al escuchar a parte del público asistente al concierto de Rosalía en la Noche Blanca del Flamenco de Córdoba corear este himno.
Dejando a un lado el autobombo (perdón), vamos a lo que interesa: ¿cómo se consigue que un contenido se viralice? Podemos señalar varios ingredientes:
- Tiene que ser rápidamente comprensible por la mayoría de los mortales. No en vano, vivimos en la era de la inmediatez y el concepto original del que el meme de internet toma su nombre fue expresado por el científico Richard Dawkins como “la unidad mínima de transmisión cultural”.
- Debe conectar con la actualidad. Y a ser posible, con aquella que tiene un amplio reflejo en las redes sociales. A nadie se le escapa ya que los algoritmos de las redes, esa fórmula según la cual se muestran unos contenidos u otros a los usuarios, dependen de la actualidad (es decir, de las conversaciones más populares del momento).
- Tiene que tener cierta gracia. Aunque no todos, claro está. También hay memes de denuncia social e incluso otros diseñados para fomentar el odio; pero si quieres que sirva para tu estrategia online; los que no sean humorísticos harán un flaco favor a tu marca.
- No deben mostrar un carácter comercial. En la medida de lo posible, las personas huimos de hacer publicidad gratuita (salvo en el caso de las camisetas de propaganda para ir al campo); así que será más fácil que compartan algo de “marca blanca”. Es preferible exportar una filosofía de marca que la marca en sí. A la larga, traerá mayores beneficios en términos de imagen. Como excepción a esta regla, estarían las páginas humorísticas, como la de nuestro bienamado Rafalcor.
- Cuanto más casero parezca, mejor. No tenemos una explicación clara para esto, más allá de que refuerza una imagen de naturalidad y de creación inmediata, una idea viva que cualquiera (incluído el usuario) podría haber producido. Be cutre, my friend.
- Difúndelo a través de tus personas más cercanas (que son las que te entienden a ti y a tu humor) y facilita la posibilidad de que el contenido sea compartido de forma personal.
Pero la realidad es que no todos los memes que contienen estos ingredientes dan con la receta del éxito. Y con esto volvemos al inicio de este artículo. Puedes poner en el vaso de la batidora pan de telera, tomates, ajo, aceite y (sal) lo bates. Podría parecer que sí o sí te va a salir un salmorejo delicioso y, sin embargo, ocurre algo inexplicable y la mezcla no emulsiona.
Al menos esa es la excusa de una de nosotras (no diremos quién) cuando intenta hacer salmorejo y le queda un batido bastante repugnante como resultado.
Con los memes pasa lo mismo: puedes tener la receta y que no lo comparta ni tu señora madre. Lo único que te queda es volver a intentarlo con una batidora mejor.