Trabajando la marca personal

Puntos suspensivos dorados

Para conocer el concepto de marca personal solo necesitamos sustituir el producto por la persona. Es decir, coger todo aquello que trabajamos en la marca o producto y orientarlo a conseguir unos objetivos que repercutan en nuestro beneficio personal.

Partimos de la ya clásica definición de Jeff Bezos (director ejecutivo de Amazon):

“La marca personal es lo que dicen de ti cuando no estás en la sala”. Y en el mundo del marketing digital y las redes sociales, donde hay una sobreexposición y nada es lo que parece, esto es muy importante.

Trabajar la marca personal va más allá de publicar selfies y enlaces interesantes. El objetivo fundamental es proyectar la imagen que a nosotros nos conviene para vender nuestro producto (nosotros mismos) de la forma que más nos interesa.

Y… ¿cómo podemos trabajar la marca personal?

1) Conocernos, conocer al cliente

¿Por qué quiero que me conozcan? ¿Cuál es mi valor añadido?

En este punto necesitamos extraer toda la información posible sobre qué queremos transmitir. Y es imprescindible aplicarnos una de esas famosas DAFO. Es decir: ¿cuáles son mis debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades?

Se trata de aprovechar nuestros puntos fuertes y minimizar nuestros defectos al máximo; pero también detectar qué situaciones de nuestro entorno pueden favorecernos o perjudicarnos para saber reaccionar.

Una vez definido este autodiagnóstico, tendrás la mitad del trabajo hecho.

2) Objetivos

Es importante tener claro qué queremos conseguir: prescriptores en un sector específico, diferenciarse, ofrecer una imagen más cercana, aprovechar determinadas oportunidades…

3) Estrategias y tácticas

¿Qué medios voy a utilizar? Redes sociales, blog, Whatsapp…

Una vez que he seleccionado dónde voy a trabajarla, es necesario establecer un calendario de contenidos que aporten valor a los objetivos que hemos planteado.

Es importante recalcar que el contenido propio y elaborado es un plus en esto del marketing digital. No te dediques a compartir contenido de otros, o hazlo solo en momentos puntuales. Cúrratelo.

4) Tono de comunicación

Es muy importante definir el tono que utilizarás. Sabio, divertido, cercano, bromista… Busca un tono que te identifique y llévalo hasta el final.

Algunas recomendaciones finales:

  • Identifica en qué sobresales, cuáles son tus mejores habilidades y poténcialas.
  • Selecciona los canales adecuados para “darte publicidad”. Las redes sociales son fantásticas si sabes utilizarlas correctamente: amplían nuestro alcance y aumentan nuestra audiencia.
  • Debemos demostrar que somos mejores que la competencia, que podemos resolver mejor que el resto todas sus necesidades.
  • Encontraremos el éxito pero siempre siendo fieles a nosotros mismos y dejando clara esta filosofía a nuestro público objetivo.
  • Es posible que las doscientas fotos de tu último viaje, el selfie a altas horas y la tarta que comiste anoche tengas que dejarlas a un lado. O no, depende de tus objetivos.

Buena suerte.