Las redes sociales y el poderoso caballero

Puntos suspensivos dorados

Guita, parné, pasta, cash, billetes, tela, perras, pelas, jurdeles… lo llames como lo llames, una cosa está clara: poderoso caballero es don dinero. O al menos, poderosa preocupación. Así lo demuestran muchos de nuestros clientes potenciales, cuando nos preguntan, con una mezcla de miedo y timidez: “¿y por cuánto más o menos me puede salir lo de las redes sociales?”.

Para ti, emprendedor que desconfía de nuestra respuesta “no trabajamos con tarifas fijas, depende del caso”, escribimos este artículo.

Cada cliente, un mundo

Como decimos, en ciertas ocasiones, el miedo y timidez del posible cliente se convierten en amago de infarto cuando escuchan que no tenemos precios prefijados para la gestión de redes sociales (por citar uno de los ejemplos más habituales). Tal vez en su cabeza ronda la temible idea de que esa respuesta antecede a la venta de humo por un ojo de la cara. Y nada más lejos de la realidad.

En esta santa casa estamos convencidas de que no hay dos clientes iguales y, por ende, no puede haber dos precios iguales, aunque se esté prestando el “mismo” servicio.

Veámoslo con un ejemplo alejado del mundo de la comunicación:

En una peluquería, cobran diferente por lavar y peinar a una clienta con pelo corto que a una con pelo largo. El tiempo y la cantidad de productos cosméticos que se invierten en una y otra cabeza es muy diferente y, por lo tanto, el precio también tiene que serlo. Aunque el resultado sea el mismo: un pelo limpio, suave y peinado.

Pero vayamos un poco más allá: imaginemos que la clienta de cabello largo tiene este bastante dañado. Es posible entonces que la peluquera le recomiende algún tratamiento hidratante para que el servicio que presta tenga el resultado deseado por la clienta. El precio, cómo no, subirá.

Dejando a un lado las metáforas peluqueras (llevamos un tiempo pensando en un cambio de look), ocurre algo muy similar a la hora de presupuestar la gestión de redes sociales. Los factores que determinarán el presupuesto final son muchos y variados. Por citar algunos:

  • Los objetivos de comunicación. El tiempo, la implicación y los conocimientos necesarios para gestionar las redes sociales de una marca no son los mismos si el objetivo es, simplemente, dar cobertura a una actividad que  captar leads para crear después una campaña de emailing.
  • El material gráfico disponible. Si la marca no dispone de material gráfico con el que trabajar de base y es necesario crearlo, contratar bancos de imágenes o realizar fotografías, el presupuesto será diferente.
  • La interacción esperada por parte de seguidores y usuarios. Dependiendo del tipo de negocio, la interacción esperada será diferente. Para entenderlo, simplemente compara las redes de una peluquería y de una agencia de seguros de viajes. Para esta segunda, tal vez necesites un plan de contingencia ante crisis de comunicación.
  • El número de canales sociales. ¿Quieres/necesitas estar en Twitter, Instagram, Facebook, LinkedIn y Pinterest a la vez? Cada canal tiene lenguajes y necesidades diferentes (y aumentan las posibilidades de interacciones de usuarios a las que hay que responder).
  • El estado de las cosas: ¿hay que empezar desde cero o contamos ya con un camino estable y óptimo de gestión de redes sociales? ¿Hay un plan marcado de redes sociales o lo diseñamos para ti?
  • El contexto. ¿Cuentas con trayectoria de comunicación sólida? ¿Tu web está optimizada? ¿Llevas a cabo otras acciones de comunicación fuera del mundo digital? ¿Tu empresa es conocida (y reconocida)?
  • El tipo de contenido. Una sala de conciertos tal vez requiera una atención más continuada y un trabajo de cobertura de eventos que no tiene, por ejemplo, una clínica dental.
  • La complejidad del TEMA. ¿La marca presta un servicio difícil de comprender por el gran público? La complejidad a la hora de desglosar el tema en contenidos fáciles de digerir también influye en el presupuesto.

In Sábado we trust

Lo que queremos decir con todo esto es que el hecho de que no tengamos precios cerrados no debería darte miedo, sino tranquilidad. Tu marca es única y como tal queremos tratarla. Si nos (te) hacemos tantas preguntas es precisamente porque queremos ofrecerte simple y llanamente, lo que necesitas (aunque ni siquiera sepas lo que necesitas, para eso estamos nosotras). Y cobrarte en consecuencia, que tampoco somos una ONG. Pero ni más, ni menos. Palabra de Sábado.